La seguridad se ha esfumado con tus besos regalados y en las tinieblas tu aroma llama y mi mente no descansa.
Por fin mis manos te encuentran, siento en la palma tu frío, que no es solo tuyo, también mío. La distancia se acorta, las imperfecciones chocan, nos hacemos uno y todo explota.
Todo ha terminado ya, el rio de gran caudal por fin se ha calmado y con el sosiego se pueden ver las aguas mas puras.
El sudor se ha secado, nuestras miradas se cruzan: - "vámonos" digo, "un rato más" dice. Pero ya es muy tarde, el rio se ha secado y las aguas cristalinas no son mas que un engaño, un pequeño espejismo del que jamás haremos los dos parte.
Lo siento, tal vez no... Las disculpas no valen: "no eres tú, soy yo", otro chiste mas.
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