No me gusta el futuro porque siempre está acompañado de incertidumbre y la incertidumbre mata.
No me gusta el pasado porque arrastra remordimientos y remembranzas de tiempos mejores.
Me queda el presente, que soy incapaz de vivir sin mirar al futuro ni volver a pensar en el pasado.
La conclusión es que en ningún tiempo puedo estar realmente, porque el pasado, pasado es, el futuro nunca es realmente futuro sino presente y no puedo vivir un presente que vive anclado a dos mundos.
Soñando
A veces, y sólo a veces,
Sueño
y mágicamente me proyecto
y mágicamente quiero Ser,
pero sólo a veces...
La dicha de soñar se
esfuma,
como la llama generada
por una pequeña vela
al ser golpeada
por el
viento.
Sueño
y mágicamente me proyecto
y mágicamente quiero Ser,
pero sólo a veces...
La dicha de soñar se
esfuma,
como la llama generada
por una pequeña vela
al ser golpeada
por el
viento.
Mis noches
En la oscuridad de mi cuarto
me refugio en la nada
por el miedo a pensar
en algo.
Sumergirme en los espacios
vacíos
es ahora mi deporte.
Pensar duele,
duele cada día más.
me refugio en la nada
por el miedo a pensar
en algo.
Sumergirme en los espacios
vacíos
es ahora mi deporte.
Pensar duele,
duele cada día más.
Reflexiones sobre... No sé
La vida es una gran suma de contradicciones. Estas contradicciones, generalmente, son las que cargan de valor a las cosas que más apetecemos. Así, la felicidad tiene sentido en la tristeza y viceversa, la vida frente a la muerte, la presencia de un ser querido frene a su ausencia. Se puede seguir con el listado infinitamente.
Todo parece ser atravesado diametralmente por las contradicciones, o tal vez no un "todo", pero sí una gran parte de nuestro todo, nuestra naturaleza o sentido.
Frente a una pregunta pregunta que me hizo un Testigo de Jehová: "¿Algún día dejaremos de sufrir?", mi respuesta fue que no, dado que el sufrimiento es algo inherente al ser humano. Ahora bien, hay que pensar de qué sufrimiento estamos hablando, si es físico o emocional, si es pasajero o permanente... Todos estos elementos influyen en si la respuesta fue acertada o no.
Contradicciones... Sufrimiento. ¿Si el sufrimiento se vuelve permanente, este estado no dejaría de existir? ¿Acaso no es "contradicción" la palabra sino excepcionalidad? Y que tal si lo que atraviesa la vida en realidad es la mera costumbre. La mayoría de los actos del ser humano son realizados por ésta... ¿Tenemos libre alberdrío, entonces? ¿Cuál es realmente nuestro campo de acción?
Nos movemos dentro de limitaciones impuestas tanto por nosotros mismos como por particulares como por la sociedad (Estado, personas, grupos tribus...). Si esto es así, ¿somos libres realmente?
Contradicciones, excepcionalidad, sufrimiento, libertad... Lo contrario a la libertad qué es... La libertad es la excepción o la regla general... ¿Si suponemos que somos libres, cómo sabremos que en realidad lo somos? ¿Todo depende de la concepción de libertad?
¿Qué es la libertad? ¿Qué es lo contrario a libertad? Ser libres puede ser hacer todo lo que queramos; ser libre puede ser pensar lo que queramos o decir lo que queramos, Lo contrario a hacer todo lo que queramos se entiende que es no poder hacerlo, ¿qué lo impide? Los otros, las normas. ¿Qué es lo contrario a pensar lo que queramos? ¿Acaso lo hay? Volveré a esto... Por último, lo contrario a decir lo que queramos se entiende que es la censura, censura que también depende de otros.
Por ahora se asoma una presunta conclusión. En las primeras dos dimensiones abordadas carecemos de libertad, pero cómo saber que carecemos de ella cuando siempre hemos estado atrapados. No tenemos la contradicción, no tenemos excepcionalidad. Estamos atrapados, pero no lo sabemos. El mundo, en realidad, no nos pertenece.
Pensar lo que se quiera: ¿libertad?
Lo que da más esperanza acerca de una respuesta afirmativa está en el interior. Donde somos nuestros propios gobernantes no deberían existir limites, por lo que lo subjetivo, lo interior, eso es el equivalente a libertad. Somos únicamente libres en nuestro interior. ¿Es así?
"Nuestro interior" es un resultado. Todo resultado viene, si se quiere, de una sumatoria de valores. El interior entonces está formado por el exterior. Algunas veces elegimos los elementos, otras veces son impuestos pero lo que forma ese interior es dependiente de lo ya creado, por lo tanto lo que pensamos lo hacemos dentro de limites impuestos. La elección de una tendencia política, de un gusto musical, todo está mediado por la influencia de factores externos, entonces... ¿Realmente elegimos? Y si no elegimos... ¿Algo llamado libertad existe?
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