Meditaciones en el Vehitrans de las 10

No me gusta el futuro porque siempre está acompañado de incertidumbre y la incertidumbre mata.
No me gusta el pasado porque arrastra remordimientos y remembranzas de tiempos mejores.
Me queda el presente, que soy incapaz de vivir sin mirar al futuro ni volver a pensar en el pasado.
La conclusión es que en ningún tiempo puedo estar realmente, porque el pasado, pasado es, el futuro nunca es realmente futuro sino presente y no puedo vivir un presente que vive anclado a dos mundos.

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