Un día de septiembre en que por fin hablamos...

Intento penetrar en ti
con mi dolor, pero
me cierras todas las puertas
con tu indiferencia.
Te tornas inalcanzable mientras
mis brazos apuntan al cielo
buscándote y mis ojos recorren
la curvatura de tus
labios.

En la medida en que escribo
trato
de imaginarte sonriendo,
pero sólo logro esbozar la fotografía donde
estás con
él.

Mi dolor es incapaz de tocarte-
espero nunca lo haga.

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