Ad portas de la promesa la mente no me deja descansar,
mientras lucho por mantener cierta cordura en la espera
El sueño se vuelve el único refugio y El síndrome mi guía en la desesperación. 
La huella de tu voz en mi memoria es borrada por la brisa del olvido y la mente sigue, sigue sin descansar.

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