Si de tus ojos una lágrima brota
por culpa mía,
de mis brazos ha de huir la
sangre que acabe
el insulto a tu vida
que es la
mía.

Precipicios y miradas

Se miraron el uno al otro desde el borde del
precipicio,
que decidieron no saltar para lograr
amar.
Rodearon el peligro y se siguieron mirando,
mientras la dirección una se hacía
y por fin se encontraron,
para de frente,
el uno al otro,
seguir mirándose
y perdiéndose
en un precipicio que decidimos llamar
amor.

Besos

"La poesía...
Convierte un beso en una bala
Una sonrisa en un faro
Prolonga la existencia de una sensación condensándola
en palabras"

"Pues bien mirado, ¿qué diréis que
es un beso?
Una promesa firme, un juramento
expreso.
Es una confesión que el aliento
confirma.
Es, sobre el verbo amar, una
rosada firma.
Un secreto que toma la boca por
oreja,
Un instante infinito como un rumor de abeja.
Es una perfumada, sobrosa comunión
Es como respirarse un poco el
corazón,
y hacer que entre los labios el alma se
desdoble."

Tormentos

A veces quisiera vivir todos los
tormentos,
encontrar la poesía en la luna,
en las cervezas y en las formas del humo del cigarro.
Pero yo nada sé de eso
No soy poeta.
La vida solo me alcanza para unos versos
insulsos,
con menos vida que yo y carentes del
tormento
que alimenta la mente torcida del
poeta.
No encuentro la magia de la flor,
ni las musas en el prado.

Estoy solo con mi constante mediocridad,
y es precisamente de eso de lo que se alimenta
este estúpido
poema.

Una noche

Te vi una noche entre luces de colores,
sudor y música,
solté mis miedos y fui tras de ti.
Miré tus ojos, tus labios y cabello
y de mi boca brotaron palabras
que buscaban desnudarte,
pero que sólo un viento estéril lograron
conseguir.

Un poeta muerto

Quisiera ser un poeta muerto
para que mis palabras fluyeran
como un río,
y que éstas,
esquivas,
se rindieran ante mí para describir
tu belleza y hacerla perdurar
en la eternidad de un poema
que lleve tu nombre en su piel.

Superficie

Aspiras al amor verdadero,
a la pureza del alma
compatible con la tuya,
aún cuando sólo nadas en la
superficie
de aguas poco claras.
Te mientes leyendo,
Te mientes exigiendo.
El destino,
si es que hay algo como eso,
nada puede deparar para ti.
Siempre has tenido miedo a la profundidad,
al agua,
al toque de alguien más
y sin embargo no dudas en exigirlo a los demás.
Deseas que alguien se sumerja
y palidezca con la sangre que brota de ti,
que su pecho no soporte la presión
de la distancia,
y sus labios la sed de los tuyos:
deseas contarte, libre,
pero sólo sabes nadar en la
superficie.
La píldora de lo cotidiano
te ayuda con la amargura
de tu alma,
buscas refugio en el amor
cuando la nada llama
y no hay salida
ni atajo:
es un camino difícil esta vida
más cuando estás
solo.

Confianza

Traicionas la confianza de quien a ti
todo entregó,
y alegas ignorancia para refugiarte
en tu mentira
pero bien sabes que has fallado
y la rosa pisoteado.

Certezas

Tal vez la única virtud que tengo sea saberme no virtuoso
Tener la certeza de que todo
instrumentalizo
y que dentro de mí
No hay nada que sea un fin para
sí mismo