La sed de pecar sobre tu cuerpo carcome el alma,
libera el cuerpo
 y no hay ética que me salve
de la urgencia de poseerte de una vez entre mis brazos
que en la oscuridad buscan un alivio desinteresado...
Apartando al mundo de tú y yo, haciéndole daño a todos,
porque poco importa...
Tus ojos, tus ojos, tus ojos
reflejan fuertemente la mala persona que soy
y lo poco que me importa esta condición.
Necesito beber de ti.

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