Elecciones

(Elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige) La decisión es una sola y no hay vuelta atrás. Una elección, una ramificación y una vida que perdiste. Derecha, izquierda, arriba o abajo, todo o nada: todas son opciones que serán otras más adelante, sin embargo, ya has perdido una vida y nunca volverá.

(Tic, toc, tic, toc, tic, toc) El tiempo apremia: ¿qué vida perdiste hoy? ¿qué vida perderás mañana? ¿qué vida pierdes ahora?

Siempre será perdida. ¿tu elección es correcta?
¿puedes decir al final que ganaste? Claro que no.
¿el camino fue el correcto? Todos lo son, pero nunca lo sabrás porque en él viviendo estás.

¿Pensarlo o no? ¿Meditar acerca de cada elección o ser una hoja que el viento lleve? (Elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige, elige) Cada decisión conduce a un camino y cada camino te llevará a otro y todos, absolutamente todos, son únicamente hacía una dirección: el fin de tu vida. (Tic, toc, tic, toc, tic, toc)

Lucha



Caminan por las calles tranquilos, viviendo.
Ves sus rostros, parecidos al tuyo. Unos tristes, otros alegres. No lo sabes, solo ves sus rostros. Sin embargo, hay algo que sí sabes: pelean. 
Cada uno de esas entidades arrastradas por el tiempo y la monotonía pelean. "¿Contra qué?"-preguntará el incauto que no es consciente de su propia lucha. 
La experiencia entonces se encargará de hacerle encontrar su respuesta:
Contra sus demonios.

Sinceridad

- ¡Anda, tienes gafas! ¡¿Qué bonitas, hace cuánto las tienes?!
- Desde que se me acabó la vista -responde el niño de 5 años.

Un vendedor



Negro, alto y gordo: con la voz ronca de tanto gritar se alza en una calle del Centro histórico un vendedor titánico, vestido con harapos de la selección Colombia y con la grasa deslizándose por sus sienes, grita que tiene agua, cola cola y beer. También mira a las chicas, les chifla, les mira las nalgas, el caminar. Piensa en qué momento su mujer dejó de ser aquella negra que lo enamoró con el movimiento de su cadera y sus nalgas tremendas, piensa también en como es ahora: gorda, como él, acabada por la edad y por parir quién sabe cuántos niños.Tal vez también piensa que la ama, que se aguanta el sol y se parte el espinazo por ella y sus hijos, que aprendió palabras en inglés para venderle a los gringos sus bebidas. Todo por ellas.

Tal vez piensa todo eso, yo solo observo. La gente llega donde él, les vende su vasito de gaseosa, mil barritas, dice. 

¿Qué habrá detrás de tod@s esas vidas que yacen en las calles del Centro?

Cementerio

En mi pequeña cabeza, cementerio de libros y párrafos recortados, trato de encontrar, sin éxito, las palabras que me sirvan para expresar el fuego que quema el alma del enamorado, el frío que carcome el cuerpo de quien yace solo entre las multitudes, el lodo que impide al deprimido avanzar y la demencia de quien odia más de lo que ama. Todo eso trato de expresar, sin éxito.

Al final solo son retazos de lo que pudo haber sido y nunca será, porque en el cementerio de mi cabeza aún faltan muertos por enterrar.

AII

Las lágrimas de tus ojos brotan como cristales que reflejan la pureza de tu alma.
Inmediatamente después, de la comisura de tu boca salta tu sonrisa, líquida y contagiosa.
Manos te rodean junto a latidos de buenos deseos: al unísono todos te felicitan.

Por fin entre la multitud se abre un espacio para mi corazón y te veo: encuentro sonrisa y lágrimas en tu rostro bellamente desfigurado por la felicidad.

Comprendo al fin tu valor, comprendo al fin la belleza de tu ser, y logro sentir lo que siente la gente al hacer sentir el sentimiento de la felicidad.

La Muerte

Ni la muerte es tan mala, ni la vida es tan buena.


La muerte con su bello vestido recorre las calles de tu ciudad, 
paciente, como es Ella, espera tu puerta tocar, aunque detrás de la misma nadie abrirá,
no importa, tu momento ha llegado ya.

Algunos con felicidad la esperan, pues su vida una lucha no será nunca jamás
y el descanso eterno podrán tomar. 
Otros corren, despavoridos, queriendo un poco de vida arrancar.

La muerte no se preocupa, sabe que la vida es su fiel compañera y que ella algo le entregará.

Por fin ha entrado a tu casa y se posa en tu cama, abres los ojos y ves su belleza, 
sube en tu pecho y por fin arranca de ti el último suspiro.

- "Ha sido una horrible pesadilla."

Pero ya muerto estás.

Un mensaje detonante

Un mensaje es el detonante de una noche de risas.
Las caras todas se miran, sonríen. De cada boca brotan, como en una gran cascada, palabras, con o sin sentido, a nadie le importa. Éstas viajan a través del aire, transformándolo, hasta que por fin llegan a tus oídos, fluyen y aterrizan en tu cerebro que las transforma en risas y fiesta.

Tal vez en un momento el caudal de palabras desciende y con la claridad que se asoma piensas: ¡qué bonita es la vida, qué bonita es la amistad!

Con el éxtasis y la embriaguez de la verborrea quieres detener tu vida en ese momento, pero el tiempo no da tregua. Un gran escalofrío inunda tu cuerpo, como una señal del triste destino que se avecina, un pronóstico desalentador. Como un designio divino te das cuenta que por más ahínco que inviertas en la empresa de detener el tiempo el final de tus noches del mensaje detonante pronto llegarán a su triste fin.

Un mundo feliz - Citas y apuntes

  • "El remordimiento, y en ello coinciden todos los moralistas, es un sentimiento sumamente indeseable. Si has obrado mal, arrepiéntete, enmienda tus yerros en lo posible y esfuérzate por comportarte mejor la próxima vez. Pero en ningún caso debes llevar a cabo una morosa meditación sobre tus fallas. Revolvarse en el fango no es la mejor manera de limpiarse."
  • "La religión debe ser la búsqueda consciente e inteligente del fin último del hombre.
  •  "Un Estado totalitario realmente eficaz sería aquel en el cual los jefes políticos todopoderosos y su ejército pudieran gobernar una población de esclavos sobre los cuales no fuere necesario ejercer coerción alguna por cuanto amarían su servidumbre."
  • "Grande es la verdad, pero más grande todavía, desde el punto de vista práctico, el silencio sobre la verdad" La idea es colocar un telón de acero entre las verdades y el público. 
  • La ignorancia logra que las personas sean buenos y felices miembros de la sociedad.
  • Se conseguía la estabilidad social por medio la creación de seres humanos iguales, estandarizados. Comunidad, identidad y estabilidad. Principio de producción en masa aplicado a la biología. 
  •  Los embriones epsilones eran de una especie de casta baja, por lo que los cientificos los hacían desarrollarse en un ambiente malo, de modo que se volvían estúpidos... Lo que se buscaba era hacerlos maquinas de trabajo sin pensamiento.
  • Condicionaban de tal modo el crecimiento de los embriones que los adaptaban a condiciones específicas que harían que fueran felices por medio del "amor a lo que tienen que hacer". De modo que nacían con una labor predestinada por los cientificos. Ellos elegían a qué se dedicaría cada uno.
  • En primera instancia lograban que los niños asociaran cosas alegres (como libros y flores) con dolor, ya que estos eran bebés de casta baja. Se les proscribía la senda intelectual.
  • Por medio de la hipnopedia se les planteaban maximas sobre la vida en sociedad.

Recuerdo



"La vida no es la que uno vivió,

sino la que uno recuerda y

cómo la recuerda para contarla."

Gabriel García Márquez


Sentado, en una noche más oscura que otras, un joven Yo se dispone a realizar sus quehaceres bajo la luz tenue de una vela. Las páginas que garabateaba se tornaban amarillentas y la tinta aún más negra. En mi cabeza rondaba una especie de infortunio por la noche calorosa que se avecinaba, el hastio del no dormir, la irritante sensación de un sueño caloroso. Al lado mío una madre, más joven, me ayudaba, tal vez pensando en qué comeremos mañana.

     La vida en aquella pequeña casa es borrosa, tenía dos cuartos, un baño, un pequeño patio en el que un día mi mamá me bajó la carne del pene como un pantalón y luego ya no quiso subir, por lo que con el roce con las prendas me generaba un dolor inmenso, también recuerdo la solución para el dolor, muy glamorosa, por cierto. Cuando me veía en la necesidad de ponerme algo metia mi pene en un vaso que hacía que no rosara con la tela, de modo que cuando salía a la calle tenía un bulto inmenso en los pantalones.

     También recuerdo otras cosas: las mariposas amarillas, las cuales según decían mis amiguitas de la época, si las tocabas botaban un liquido, que si te caía en los ojos te dejaba ciego, recuerdo un triciclo con el que paseaba por la pequeña terraza, recuerdo una navidad extrañamente bondadosa para esos tiempos. Me levanté temprano porque era 24 o 25 de diciembre, no sé, y cuando entré al cuarto un mueble bastante viejo estaba lleno de regalos, había de todo, pero lo más llamativo fue una bicicleta la cual inmediatamente salí a usar. Precisamente el único recuerdo que tengo de mi hermano en esa época tiene que ver con la bicicleta: el mismo día que me la dieron salimos a una cancha que quedaba en la calle inmediatamente siguiente a la nuestra, esto con el fin de probar la bicicleta. Me caí muchas veces, pero no recuerdo haber estado tan feliz en momentos en que el dolor y la sangre me brotaban de las rodillas. Años después como resultado de tantos golpes en los codos y las rodillas los tendría negros, pero da igual. Recuerdo también una visita a una vecina, recuerdo el techo del cuarto de su hija, decorado con figuritas de animales las cuales, al haber poca luz se iluminaban de color verde triste, recuerdo el primer cienpiés que vi, horrible, también recuerdo la primera vez que vi un DVD BluRay, era de El Señor de los Anillos, también tenían uno de Saint Seiya, muy lindos.

     De esa etapa de mi vida hay otras cosas. Para ese entonces tenía muchos problemas para comer, por lo que siempre salía golpeado de los almuerzos, llorando y mi mamá molesta. Hubo una vez en la que ella, mientras yo lloraba a cantaros, para obligarme a comer decidió llamar a la vecina para que me viera llorando. Ese día me comí toda la comida. Creo yo que no hay afrenta más grande que a uno lo vean llorar por bobadas que uno sabe que son bobadas.  También hay golpes con la bicicleta, una consola Playstation que tumbé y me quería morir porque pensé que la había dañado y mi mamá no tendría con qué pagarla, visitas al segundo piso de los Rosales, o creo que ese era su apellido. Como dato curioso todas las nietas eran mujeres. Quién sabe cómo estarán ahora, lo impresionante es que nunca podré recordar que les habré visto porque para ese tiempo tenía una conciencia inmaculada, alejada de todo mal pensamiento.

     En definitiva los recuerdos que tengo de aquel tiempo ya remoto no son los más grandes, tal vez no se puedan comparar con las hazañas infantiles de otras personas, pero creo que fuí feliz. Ahora, años después y terminando de escribir esto puedo decir que no hay tesoro más grande que nuestros recuerdos de la niñez.