Una persona enamora

Una noche me encontré pensando
en que pensaba lo que piensa
la gente cuando está
enamorada,
y de tanto pensar el pensamiento
convencido estaba de que en tu mirada
vientos nuevos me esperaban,
así que corrí al pensamiento que pensaba
que enamorado de ti estaba y ahí me quedé
hasta que la noche estrellada terminó
con el pensamiento de una persona
enamorada.

bloopers taller de redacción #1

Cuando conocí a Natalia

Dime con quién andas y te diré quién eres, siempre me había dicho mi madre, pero cuando conocí a Natalia no hubo refrán que valiera. Volví a nacer.

     Para esos tiempos mi papá andaba en otra de sus crisis, por lo que estaba internado en el hospital. Todas las tardes lo visitaba, miraba cómo estaba y, al salir, hablaba con cualquier enfermera que me encontrase en el camino. Siempre detenían lo que estaban haciendo, me regalaban una sonrisa, un mensaje de aliento y al rato salían corriendo detrás de un nuevo muerto: definitivamente con ellas la vida es más agradable.

     En fin, en esas andaba yo por ese tiempo cuando en ese infierno lleno de ángeles, por una de esas casualidades del destino o qué se yo, el "universo conspiró a mi favor" (como diría el estúpido de Coehlo) y la vi por primera vez. Estaba muerta de risa -algo paradójico por el lugar en el que estábamos, y en ese tiempo que estuve mirándola todo a mi alrededor se detuvo un segundo para volver a iniciar por un tropiezo que me sacó del lapsus. Ya en ese momento, alejado de la ensoñación pude ver los detalles que integraban a esa mujer: su cabello, rostro, la ropa y la jeringa llena de sangre agarrada como mosquito a su brazo. Poco importaron los detalles y fui tras ella. Hola, le dije, mientras que Natalia lanzaba la expresión "La buena pa' ti" a uno de sus compañeros que ya se iba y luego de so volteó su rostro hacía mí y me miró. Fue justo en ese momento, no antes ni después, cuando caí en la tentación.

     Nuestra relación anduvo bien los primeros meses, funcionaba como una especie de paliativo para el dolor por mi padre, sin embargo, de un momento a otro todo se fue al carajo: las discusiones aumentaban, nos gritábamos y nos haciamos mucho daño. Entonces, en un momento de iluminación sobrenatural, se me ocurrió que todo esto era causado por aquel famoso mosquito, así que en aras de solucionar toda nuestra mierda lo hice. La usé. Ella, mientras, me susurraba al oído, me decía que todo se volvería delicioso y que todo bien, que la vida era corta, que la finitud del ser, que la autodestrucción, que no sé qué, y al tiempo que ese liquido entraba en mi cuerpo (o enunciaciones, como me habían dicho en mi clase de Redacción) se diluían y transformaban y en lo que en algún momento fueron palabras se convirtieron en ruido blanco.

     Desperté en una habitación del color del ruido, con una luz que me cegaba y cuando salí del letargo recordé y me repetí para mis adentros lo que siempre le decía a mi hijo cuando preguntaba por Natalia: "Allí la conocí una tarde cuando venía del hospital". Entró una enfermera, entró un joven que se parecía a mí o era yo y la muchacha de blanco le decía que otra recaída, que no deja de gritar Natalia y me volví a dormir mientras aquel joven que era yo me miraba con desprecio. Caí en las tinieblas y volví a recordar. "Dime con quién andas y te diré quién eres", siempre me había dicho mi madre, pero lo que ella no sabía es que yo no sé quién soy yo. Y salí del hospital y vi a Natalia y vi a mi hijo o a mí en la habitación blanca y caí en las tinieblas, otras.

sdf

Abandonar las pieles, como una serpiente
Y dejar todo atrás:
Ese es mi gran sueño.

zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

... La sensación no desaparecería. Volvería a nacer yo para ser suficiente para ti, mudaría mis pieles para ser yo tu necesidad. Por ahora sólo me queda imaginar, escribir...
La muerte aún no toca tu puerta,
por lo que añoras existencias eternas
almas permanentes.
Pero la ignorancia es terca,
sumisa
y a la vez poderosa.

s.t

Aquel valiente que le gana a la vida y a la muerte,
poniendo detrás la carne y adelante el espíritu,
pintando las paredes con hierro
y el piso con la postal de un cuerpo frío.

Tú, valiente, entendiste la vida mejor que nadie
y corriste,
porque suficiente es haber nacido,
como para esperar a que venga la muerte.

Juventud

Tú que vuelas tan alto
y amas tan bajo,
escapa de mis manos
y vicios,
Juventud.

18 de dic.

Eres un pequeño abrazo
en la soledad de mi cuarto,
aun cuando no te tengo
a mi lado.
La lejanía, sin embargo, puede unirnos
y la carrera por lo que llamamos
amor,
no ha empezado...
Por ahora gritemos contentos
a través de la pantalla,
mandemos besos y promesas.
Hagamos felices nuestra existencia
con el fantasma de una presencia
ausente en nuestras vidas.

 Feliz cumpleaños.

El pasillo a la 1:30

I.

Mis ojos te miran mientras
caminas altiva,
al son de ángeles inexistentes
que me hacen soñar.

La muerte atraviesa mi pecho
y un último suspiro
lleva tu nombre.

II.

Se estremece el cuerpo
al ver tu foto frente al
espejo
que casi no puede copiar
tu infinita perfección:
una mirada cansada,
cabello negro,
piel lisa como perlas.

Sí, se estremece el cuerpo,
al igual que el espejo,
porque la cercanía a tal Ser
quema y quiebra.

Quisiera ser tu espejo,
verte reflejada en mí y,
al tiempo,
verme reflejado en tu mirar.

III.

Mi labor en la vida es describirte.
Describir todas y cada una
de las líneas de tu rostro,
la sinuosidad de tus labios,
la profundidad de tu pupila,
el color de tus ojeras.

También es labor mía
derretirme hasta el fin de
dulzura en tus brazos.

IV.

Mujer de belleza deprimente,
que con el solo mirar congela,
te sé inalcanzable y tu rostro,
indeleble, se queda para siempre
en mi corazón, haciendo de mi sufrir
una eternidad.

V.

Qué más puede ser el amor,
sino la sed de estar junto
a Ti,de sentirte a mi lado y
vernos invencibles el uno al otro.

Qué más puede ser el amor,
sino la constante mirada
al vacío buscando tu rostro.

Qué más puede ser el amor,
sino el cantar de tu
voz.

VI.

"Lo esencial es invisible a los ojos",
por eso yo escribí este poema para Ti
-que no es el papel donde se plasma-
sino mis palabras sentidas
tratando de llegar, puras,
a tu corazón.

VII.

Un dolor muy hondo se posa en mi alma,
cuando de tu mirada fría
se desprende el vil rechazo
-xxxxxxxxxxxxxxxx-

VIII.

Aspiro a pisar la tierra que pisaste
para tratar de encontrarte
-sintiendo el calor de tu esencia-
y recoger algo de las calles,
y respirar el aire que respiraste,
y ver las flores en las esquina,
y ver San Diego a lo lejos,
y ahí, de pie, viendo todo eso:
imaginarme a tu lado.

"Todos morirán por las balas invisibles del tiempo."

"Vengan, amigos.
No es muy tarde para buscar un
nuevo mundo,
pues es mi propósito navegar
más allá del atardecer.
Y aunque ahora no tenemos la fuerza que antes
-movilizó a la tierra y el cielo, somos lo que somos:
un temperamento igualitario de
corazones heróicos debilitado por el
tiempo y el destino, pero fuerte en voluntad.
Para luchar, buscar, encontrar y nunca rendirse"

Gritos

Grito desesperado de libertad
que se ahoga así misma,
afán de cadenas, afán de vivir sin ellas.
Soy la partícula disparada en direcciones
todas,
soy aquel que no sabe qué hacer
con tanta
libertad.

Un día de septiembre en que por fin hablamos...

Intento penetrar en ti
con mi dolor, pero
me cierras todas las puertas
con tu indiferencia.
Te tornas inalcanzable mientras
mis brazos apuntan al cielo
buscándote y mis ojos recorren
la curvatura de tus
labios.

En la medida en que escribo
trato
de imaginarte sonriendo,
pero sólo logro esbozar la fotografía donde
estás con
él.

Mi dolor es incapaz de tocarte-
espero nunca lo haga.

EmGAC

Mi vida es prestada,
no puedo dejar de pensar en esto
no encuentro salida al tiempo
he perdido los colores
de mi universo.

Me encuentro solo y vacío,
pretendiendo ser quien no soy
buscando el alma que toque mi puerta
buscando un sol que alumbre mi oscuridad...

Las horas pasan y pasan y los los acordes
y los libros no son ya suficientes.
El infierno de la vida quema y mis lamentos
son rasgueados junto a las notas de esta
triste canción.

Vigilia #4

Monólogo.

Llevo varias noches en sin dormir y varias mañanas de amargura. No logro conciliar el sueño, me incomoda la cama y me mantengo constante en mis pensamientos, aunque trate de acallarlos con cualquier distracción. Una hormiga camina por la pantalla mientras busco palabras para plasmar lo que he pensado antes de tomar este aparato luminoso y ponerme a escribir. Definitivamente esto es difícil, pero trataré de recuperar esos pensamientos, aunque sean sólo los huesos.

Lo primero que puedo decir es que sinceramente hay muchas cosas de las que hago que me valen mierda y hay muchas de esas cosas que las hago, de todos modos, por los demás. He perdido de sobremanera el curso de mi vida, por decisión propia, y ahora se presenta manejada por otros, aunque ellos ni siquiera se enteren. Claro que trato de decirme que las opiniones de los demás no importan, pero me es casi imposible tomar esa actitud de manera sincera... Sin que sea puro teatro. Mis comportamientos se han visto guiados por lo políticamente correcto y no por lo que es correcto/incorrecto para mí. Quisiera salir a la calle y gritar: me vale mierda los muertos, me vale mierda la paz, el desempleo, me vale mierda todo y aunque quisiera hay algo que me lo impide: las expectativas.

Las personas, conocidos míos, creo yo, han puesto una gran cantidad de expectativas en mí y mi vida gira en torno a tratar de llenar eso que tienen -o creo que tienen- sobre mi. Ha llegado a tal punto que termino asumiento cosas que no quiero, mostrando interés (aparente) por otras que en realidad no me interesan y cayendo en un círculo en el que soy un Andrés que no quiero ser y a ver, sé que hay cosas que está mal pensar... Ser indiferente a la muerte, al sufrimiento, no tener empatía, toda esa mierda está mal y lo sé, pero no me nace realmente. No me nace y hasta ahora nunca me ha nacido. Es como si de un tiempo para acá hubiese dejado de ser Andrés y me hubiera dedicado a interpretar un personaje: correcto, interesado. Pura mierda. Hay tantas cosas que hago, joder, tantas y realmente no me importan. Y todo esto es por las expectativas, por la necesidad de rellenar un puesto... Sólo quiero libertarme, deshacerme de la presión de tener que ser yo ante los demás y poder, por fin, ser yo ante mí mismo.

De este pensar y pensar también surgió una imagen: estoy recostado sobre la yerba, son las cinco de la tarde y miro cielo. Hay alguien a mi lado, tal vez mi cabeza se acomoda sobre sus piernas... Es una mujer, no logro verle la cara, sin embargo esa imagen, ese lugar, todo eso parece ser la libertad. Y aquí es donde me pregunto sobre la necesidad que tengo de alguien que me toque el alma, de alguien a quien pueda decir mis miedos, de alguien que sea un lugar, un escondite, un escape, de alguien donde pueda ser yo.

Vigilia #3

Es una noche oscura y no me siento solo,
porque conmigo están mis penas.
Se arruga el corazón de otros por carecer
de una amada mientras que el mío bombea desesperación.
Fluye por mis venas un torrente de miedo,
y la vida se me escapa entre cada latido.
Brindo, entonces, por esas almas débiles,
aspirantes a la nada.
Brindo por los que se rindieron, porque descansan,
brindo por los que siguieron, porque aún pueden,
en las noches solitarias,
pensar.

Vigilia #2

Supresión del entorno.

Y si suprimo mi entorno
Y si mando todo a la mierda
Y si vivo una vida propia
Y si pago todas mis deudas
Y si escribo algo que merezca ser leído

Necesito pasión, como necesito oxígeno.
Todo sería más fácil con pasión,
pero sólo me tengo a mí.

Vigilia #1

¿Por qué?

Aunque los momentos malos siempre sean más que los buenos, estos últimos, a la larga, terminan dando sentido a una existencia absurda. Por más que pienso en las razones me limito a hacer un análisis superficial del problema, tal vez por temor a descubrir algo que no quiero. Una y otra vez me encuentro solo con estos pensamientos, como si mi espíritu quisiera arrojar mi cuerpo al precipicio.

Ideas entrecortadas fluyen, las plasmo, las olvido... Cuando vuelvo a ellas las encuentro ajenas a mí, falsas, superfluas, como si todo lo que sale de mi boca fuera una pantomima gigantesca, una especie de mofa hacia mí mismo. No encuentro la autenticidad de mis palabras y tampoco sé lo que quiero. El tiempo pasa rápido, las horas cada vez son más cortas y la cama y el sueño se vuelven refugios a los cuales siempre quiero volver. Últimamente sólo he encontrado descanso bajo el agua y en los sueños. Constantemente quiero volver a ellos, esperando descubrir algo entretenido, pero me levanto convertido siempre en algo que no soy, cual Gregorio... Soy una cucaracha con la pata rota.

Siento un peso aplastante a mis espaldas y un vacío gingantesco que grita por ser llenado, aunque no sepa por qué o por quién. Me mantengo con rabia, culpa, temor. El giro constante del mundo me produce mareos y lo único que quiero hacer es cerrar los ojos y eliminarlo. Todo sería más fácil si un rayo me extinguiera, pero ¡qué aburrido! Gusanos, llanto, desespero... Toda una cuestión inútil e innecesaria: la expectativa y el miedo está en la incertidumbre, eso al menos lo sé.

Pero viendo en retrospectiva, ¿es acaso tan mala mi vida? Creería que no, pero aún así soy un malagradecido, soy un temeroso, soy un actor. He pensado que la razón de todas estas sensaciones es la constante búsqueda, o mejor, la constante recaída en el hecho de querer vivir por y para los demás... Como si la vida que tengo fuera prestada. Soy deudor del mundo que me rodea y aborrezco esa responsabilidad. Hasta ahora, en mi pesimismo adolescente, únicamente pienso en quedar solo para por fin poder vivir, como si mis cadenas fueran las personas que me han dado o aportado. Es una revelación el hecho de que aborrezco los favores porque odio deber... Pero no todo tipo de favores, sólo los de gran envergadura.

Otra cuestión que observo es el hecho de que ya dudo de que escriba para mí. El mostrar lo que escribo crea una expectativa repugnante de ser leído, en escuchar opiniones, y a la larga esto lo único que hace es aportar más y más al fantasma de la falsedad que considero me acompaña. Debo escribir para mí, debo escribir para descargar.

En cualquier caso siempre será insuficiente, mis palabras no alcanzan para describir lo que siento, si es que realmente siento algo. El porqué... No lo sé. Tal vez estoy esperando algo... El aleteo de la mariposa.

Mañana leeré esto y diré que no soy yo y tal vez sea así.


Meditaciones en el Vehitrans de las 10

No me gusta el futuro porque siempre está acompañado de incertidumbre y la incertidumbre mata.
No me gusta el pasado porque arrastra remordimientos y remembranzas de tiempos mejores.
Me queda el presente, que soy incapaz de vivir sin mirar al futuro ni volver a pensar en el pasado.
La conclusión es que en ningún tiempo puedo estar realmente, porque el pasado, pasado es, el futuro nunca es realmente futuro sino presente y no puedo vivir un presente que vive anclado a dos mundos.

Soñando

A veces, y sólo a veces,
Sueño
y mágicamente me proyecto
y mágicamente quiero Ser,
pero sólo a veces...
La dicha de soñar se
esfuma,
como la llama generada
por una pequeña vela
al ser golpeada
por el
viento.

Mis noches

En la oscuridad de mi cuarto
me refugio en la nada
por el miedo a pensar
en algo.
Sumergirme en los espacios
vacíos
es ahora mi deporte.
Pensar duele,
duele cada día más.

Reflexiones sobre... No sé

La vida es una gran suma de contradicciones. Estas contradicciones, generalmente, son las que cargan de valor a las cosas que más apetecemos. Así, la felicidad tiene sentido en la tristeza y viceversa, la vida frente a la muerte, la presencia de un ser querido frene a su ausencia. Se puede seguir con el listado infinitamente.

Todo parece ser atravesado diametralmente por las contradicciones, o tal vez no un "todo", pero sí una gran parte de nuestro todo, nuestra naturaleza o sentido.

Frente a una pregunta pregunta que me hizo un Testigo de Jehová: "¿Algún día dejaremos de sufrir?", mi respuesta fue que no, dado que el sufrimiento es algo inherente al ser humano. Ahora bien, hay que pensar de qué sufrimiento estamos hablando, si es físico o emocional, si es pasajero o permanente... Todos estos elementos influyen en si la respuesta fue acertada o no.

Contradicciones... Sufrimiento. ¿Si el sufrimiento se vuelve permanente, este estado no dejaría de existir? ¿Acaso no es "contradicción" la palabra sino excepcionalidad? Y que tal si lo que atraviesa la vida en realidad es la mera costumbre. La mayoría de los actos del ser humano son realizados por ésta... ¿Tenemos libre alberdrío, entonces? ¿Cuál es realmente nuestro campo de acción?

Nos movemos dentro de limitaciones impuestas tanto por nosotros mismos como por particulares como por la sociedad (Estado, personas, grupos tribus...). Si esto es así, ¿somos libres realmente?

Contradicciones, excepcionalidad, sufrimiento, libertad... Lo contrario a la libertad qué es... La libertad es la excepción o la regla general... ¿Si suponemos que somos libres, cómo sabremos que en realidad lo somos? ¿Todo depende de la concepción de libertad?

¿Qué es la libertad? ¿Qué es lo contrario a libertad? Ser libres puede ser hacer todo lo que queramos; ser libre puede ser pensar lo que queramos o decir lo que queramos, Lo contrario a hacer todo lo que queramos se entiende que es no poder hacerlo, ¿qué lo impide? Los otros, las normas. ¿Qué es lo contrario a pensar lo que queramos? ¿Acaso lo hay? Volveré a esto... Por último, lo contrario a decir lo que queramos se entiende que es la censura, censura que también depende de otros.

Por ahora se asoma una presunta conclusión. En las primeras dos dimensiones abordadas carecemos de libertad, pero cómo saber que carecemos de ella cuando siempre hemos estado atrapados. No tenemos la contradicción, no tenemos excepcionalidad. Estamos atrapados, pero no lo sabemos. El mundo, en realidad, no nos pertenece.

Pensar lo que se quiera: ¿libertad?
Lo que da más esperanza acerca de una respuesta afirmativa está en el interior. Donde somos nuestros propios gobernantes no deberían existir limites, por lo que lo subjetivo, lo interior, eso es el equivalente a libertad. Somos únicamente libres en nuestro interior. ¿Es así?

"Nuestro interior" es un resultado. Todo resultado viene, si se quiere, de una sumatoria de valores. El interior entonces está formado por el exterior. Algunas veces elegimos los elementos, otras veces son impuestos pero lo que forma ese interior es dependiente de lo ya creado, por lo tanto lo que pensamos lo hacemos dentro de limites impuestos. La elección de una tendencia política, de un gusto musical, todo está mediado por la influencia de factores externos, entonces... ¿Realmente elegimos? Y si no elegimos... ¿Algo llamado libertad existe?

8:11 p.m.

Agárrame con tu mano fría
para sentir que aún tengo vida.

Despiértame en las mañanas con
tu hálito lúgubre y,

sirve de recordatorio: es necesario tenerte,
Muerte,
para saber que aún hay vida.

Abondano

Siento no merecer nada en este
momento,
porque nada tengo aún de
valor.
He descubierto una Abandonada flor
hermosa -que en mis manos nunca estará-
¿Acaso seré digno de una flor como esa?
Ojalá tener valor cuando el jardín
haya florecido.

El asesino del rostro reflejado


I
Me habían informado de la muerte de Jess el día de ayer. Aparentemente fue violada y mutilada por el agresor, el cual escondió sus restos en un terreno abandonado cerca del lugar donde ella vivía. Jess y yo éramos amigos desde la infancia, estudiamos nuestro colegio y universidad juntos y siempre me gustó, aunque nunca hice esfuerzos para demostrárselo. El día en que me informaron de su muerte no lo podía creer y más aún por la manera en la que había muerto. Cuando desapareció y las autoridades comenzaron a investigar vinieron a verme a mi casa, era lógico que yo pudiese servirles de ayuda –o eso suponían ellos-, al ser un amigo tan cercano, yo les dije que posiblemente se habría ido con alguno de sus otros compañeros en uno de esos viajes locos en los que ella siempre se metía, pero según me informaron hacía cinco días que no hablaba con sus padres, cosa que era extraña, porque pese a que tenía esta personalidad atrevida y extrovertida, que según yo había adquirido desde que entró a estudiar Filosofía en la Universidad, nunca dejaba de hablar con sus padres. Por mi parte, pese a que los dos estudiábamos en la misma Universidad yo ingresé en Derecho y se puede decir que tomamos caminos separados, pero siempre seguimos en contacto.
     Luego de la visita que realizaron a mi casa los uniformados se fueron, yo habría dado todo por brindarles más ayuda, pero dadas las circunstancias era poco lo que podía hacer. Traté de darle aliento a los padres de Jess, les decía que todo estaría bien, que pronto entraría por la puerta de su casa dando gritos y maldiciendo por el alboroto armado, nos diría que no tenía señal, que se había ido a las montañas a encontrarse con ella misma o algo así y todo, lentamente, volvería a la normalidad, pero no fue así, los cinco días se hicieron diez, veinte y nada de información sobre ella. La cosa cada vez pintaba peor y yo, de la preocupación, comencé a bajar de rendimiento en la Universidad, perdí los parciales que estaban programados para esos días y posiblemente me tocaría repetir ese semestre, sin embargo todos comprendían el motivo de mi aflicción, pero era poco lo que podían hacer.
     La vida de Jess era “enigmática”. Pese a tener una excelente relación con sus padres siempre que iba a salir lo informaba de una manera ambigua, que hacía pensar que, o estudiaría o, que se iría a fumar marihuana, era bastante extraño, pero dado que nunca presentó problema alguno sus papás no le daban importancia. En realidad yo sabía qué hacía. Los miércoles, jueves y viernes siempre salía con Jaime, su novio o “amigo especial”, como le gustaba decirle a ella e iban a cine, se quedaban toda la tarde viendo películas y luego iban a la casa de Jaime, donde supongo yo tenían sexo, se amaban bajo la luz roja de la lámpara de él y ya, hacía las 12 de la noche Jess salía caminando a su casa, siempre discutiendo con Jaime porque él quería acompañarla pero ella no se dejaba. Esto yo no lo había dicho a las autoridades, lo recordé dos días después de la visita y lo primero que hice, antes que ir y decirles, fue llegar a la casa de Jaime. Él estaba destruido, no sabía qué más hacer, había puesto carteles en los postes de todo el barrio, había salido en televisión, incluso había pagado por unas publicaciones en periódicos de amplia circulación y nada, nada de Jess. Estando ahí, en su casa, tomamos asiento y comencé a preguntarle sobre la última vez que había estado con ella. Me respondió que el sábado, a eso de las 7 de la noche, ella había pasado por él en un taxi y habían salido a comer al centro, luego fueron a rumbear a una de las discotecas de la Media Luna y más pronto que tarde se habían devuelto a la casa de Jaime, con una Jess semiborracha y alborotada, usando la palabra exacta de Jaime. Salió de su casa como siempre, a las 12 y se fue caminando.
     Luego de haber salido de su casa me dirigí a la estación de policía a dar la nueva información, les dije que Jess salía los miércoles, jueves y viernes a esto y a aquello (obviamente omitiendo detalles como su vida sexual activa y sus escapadas al cine, para protegerla de sus padres, pensando yo en mi inocencia que ella iba a aparecer) y les esbocé someramente cuál era el camino que ella recorría. Ese mismo día el Fiscal que estaba a cargo del caso dio órdenes a agentes para que hicieran un rastreo y ahí encontraron la primera pista luego de un mes en el que todos estaban con el alma en la boca: encontraron su reloj.

II

A partir de ese momento la investigación tomó otro rumbo. Nos informaron a los familiares cercanos que existían varias posibilidades: 1) que la hubiesen secuestrado, la cosa menos probable, según nos dijo el agente, porque ya habrían llamado a los familiares para pedir dinero o lo que fuera por el rescate; 2) Jess había sido víctima de hurto y andaría perdida por las calles de la ciudad. En esta hipótesis el agente nos explicó que se estaba haciendo famoso un modos operandi en el que los ladrones drogaban a la víctima, le despojaban de las pertenencias y la abandonaban en un barrio lejano al punto donde la habían asaltado y; 3) Había sido asesinada y habría que pasar de buscar a una persona a buscar a un muerto. El agente, al igual que con la primera, desvirtuó la segunda hipótesis por el tiempo que había pasado desde el momento de la desaparición hasta ese día así que quedó solo la tercera y más dolorosa de todas: su muerte.
     La madre de Jess lloró desconsolada, Jaime también y de ese modo lo hice yo. El padre de Jess lo tomó con un estoicismo digno pero todos en esa sala sabíamos que él era quien peor la llevaba. Existía una posibilidad muy grande de que su bebé estuviera muerta. Pese a esto el agente nos dijo que guardáramos esperanzas, que le rezáramos a Dios, a la Virgen o a quien sea, que tal vez él se equivocaba y eso mismo deseaba con todas sus fuerzas.
     Los policías me hicieron otra visita, tomaron mi declaración sobre toda la información que tuviera sobre Jess, sobre nuestra relación, sobre el cómo la conocía, sobre nuestra pelea… Les dije todo y que cualquier cosa me dijera, que ahí iba a estar yo. Jaime me llamó esa misma tarde bastante nervioso, me dijo que juraba que pensaban que él la había asesinado, me dijo que no les creyera, que él la amaba más que su propia vida y yo le dije que sí, que yo sabía, que él sería incapaz de hacerle algo como eso a la mujer que amaba, lo despedí y le dije que todo andaría bien. No pude dejar de pensar en eso el resto de ese día, me parecía extraño que este tipo, sin razón alguna me hubiese llamado a decirme eso, pero entre pensamiento y pensamiento cada vez se hacía más claro el cuadro. Quién más sino él podría haber asesinado a Jess. Nadie la odiaba, no tenía tantos compañeros o al menos eso pensaba y no se metía con nadie. Enseguida levanté el teléfono y llamé. Les dije mis sospechas sobre Jaime, les dije que él era el único que habría podido hacerlo, que habrían peleado o yo qué sé, que con el temperamento de Jess posiblemente habían peleado, dije todo, lo solté todo y no pude seguir hablando con el nudo en la garganta que se generó. Colgué y enseguida llamó el Fiscal. Me dijo que tenía que tranquilizarme, que sí, que él era uno de los principales implicados junto con otro sujeto que había sido captado en la zona por unas cámaras. ¡Cámaras! –pregunté. Me respondió que sí, que luego de que yo les informara sobre el lugar donde Jess frecuentaba tomar camino a su casa habían decidido investigar en toda la zona y uno de los vecinos les dijo que él tenía un circuito de cámaras privado y en el cual se había captado a una mujer, que cumplía las características de Jess en cámara, seguida de un hombre, alto, pero que no se podía identificar por las características de la cámara.
     Colgué y salté de la felicidad… O casi me muero de tristeza, no sé, El punto es que ya había algo nuevo y estábamos cada vez más cerca de llegar a una conclusión respecto al caso de Jess, para bien o para mal era mejor saber la verdad que seguir en este limbo perpetuo. Los padres de Jess me llamaron al día siguiente, me dijeron que gracias por haber dado esa información, me preguntaron que cómo sabía yo que ella se metía por ahí y yo les dije que a veces la acompañaba, que me llamaba y siempre la salía a buscar, que gracias, que muchas gracias y yo que sí, que sí, que de nada.

III.

Veo la televisión, última hora, encontraron un cuerpo cerca de la casa de Jaime, en un potrero. ¡Lo sabía! Fue Jaime, carajo, maldito infeliz, asesino. Llamo a los papás de Jess, no responden, llamo al Fiscal y tampoco lo hace. Por último decido llamar a Jaime, algo contradictorio, lo sé, pero quería ver su reacción al decirle que habían encontrado un cuerpo cerca de su casa y que no desvirtuaban la posibilidad de que fuera ella. Jaime contestó y me dijo que sí, que ya sabía, que no lo podía creer y yo para mis adentros diciéndole que ahora sí hijueputa, te vas a pudrir en la cárcel, mientras me despedía de él y le decía que ya iba para allá, que me esperara, que no se fuera para ningún lado y él que sí, que no iría a ningún lado y que no se sentía con fuerzas para ir a ese potrero y encontrar algo que no deseaba ver. Volví a llamar a los papás de Jess. Nada. Arranqué para el dichoso potrero, ya lo había visto y sabía que eso pasaba solo, que la vegetación era tan espesa que sería imposible ver a alguien metido ahí y reafirmé que ese sería el lugar perfecto para asesinar a alguien: maldito Jaime, te la llevaste hijueputa.
     Llegué con lágrimas en los ojos, Ahí estaba el papá y la mamá de Jess llorando, igual que yo, a moco tendido, el Fiscal tenía la mirada fría, daba órdenes pero en realidad no estaba ahí. Me dio algo de pena acercarme a los papás de Jess, ya Jaime estaba allá con ellos. Yo fui donde el Fiscal, le dije pregunté sobre qué había pasado y me dijo que encontraron las pertenencias de Jess en ese lugar y que un poco más hacía el sur encontraron su cuerpo, desmembrado, con muestras visibles de violencia física y que estaba todavía en veremos la causa de la muerte. No, no, no, no, no, mi Jess no y me desmayé.
     Desperté el en hospital, mi mamá estaba en la silla al lado de la cama, cociendo o no sé, me dijo que llevaba dos días ahí, en un delirio en el que no podía dejar de decir Jess, Jess, Jess. Me dijo que los resultados de medicina legal ya estaban listos y le pregunté qué había sido. Se negó a decirme, según ella para ayudarme con mi pesar, pero nada, el remedio fue peor y el nudo casi no me deja respirar. Le grité que me dijera, que merecía saber el fin de mi amada. Pero muchacho si tú con ella… Qué me diga, carajo, dígame qué pasó. Y lo soltó y fue como morir, o eso deseaba: a Jess la habían violado y luego de la violación la estrangularon hasta que dejó de respirar. El muy enfermo luego de muerta aparentemente volvió a practicar sexo con su cuerpo y luego le cortó los miembros, los metió en una bolsa y por último eyaculó encima de la misma. Un completo asco, un completo cerdo, un completo enfermo. Pregunté si ya lo habían atrapado, que si ya habían cogido al hijueputa de Jaime, que era el único que podía matarla, pero mi mamá me dijo que no, hijito, Jaime no puede ser, ya la policía descartó que él fuera. Me dieron de alta ese mismo día a la noche y una vez en mi casa juré encontrar a quien la había asesinado, juré matarlo y juré matarme después.

IV.

Sí, ayer me dijeron que mataron a Jess. Todavía es la hora y me miro al espejo, miro al hombre que está ahí y no logro concebirlo sin Jess, no imagino una vida sin su amistad, no, no la imagino. La televisión se refleja, no logro leer lo que dicen las letras pero escucho que hablan de Jess, que saben qué pasó. La periodista le pone un título que me produce asco por su amarillismo “Un amor truncado por el extraño”. Sigo en el espejo, escuchando y viendo el reflejo, escucho que la vida de Jess Álvarez R. amante de la naturaleza y las letras, hija de mamá y papá, bondadosa, amada por muchos, amante de Jaime Ortiz y amante de la filosofía había sido terminaba por un hombre el día 20 de enero del presente año, que el hombre la había seguido desde la salida de la casa de su novio, que la había abordado en un callejón y que estando ahí la había drogado y luego llevado al lugar donde había sido violada, asesinada y vuelta a violar. Que el hombre se llamaba Andr… No escuché, volteé rápidamente para saber a quién tendría que matar, pero ya había pasado el nombre. La mujer de la televisión sigue hablando, dice que saben dónde vive, que las autoridades están a punto de capturarlo, que por información filtrada sabían que en este momento estaban adelantando el operativo y por último, antes de cortar la transmisión para seguir dando la novela de las siete, repiten, la joven Jess Álvarez R. fue asesinada por Andrés González y muestran el rostro del asesino. Me quedo mirándolo y me digo, fue él, el malparido de la Universidad, ese al que nunca le prestó atención Jess, o sea que la asesinó por eso, esos deben ser los móviles, hijueputa asesino… Y sé dónde vive. Tomé un cuchillo, lo puse en la mesa mientras me vestía y antes de salir me miré al espejo. Vi al mismo hombre, al mismo hombre que no podía vivir sin Jess y también vi el rostro del asesino. Y llamaron a la puerta, y las luces rojas, azules y blanco entraban por la ventana como una epifanía y ahí entendí. El asesino había sido yo, el hijueputa había sido yo pero no era yo… El asesino había sido el del reflejo, ese hombre de ahí que no era yo, porque no sería capaz de hacerle daño a Jess, mi mejor amiga. No, no, no, yo no pude haberla seguido de lunes a lunes después de la Universidad, yo no pude haber sido quien generaba esas miradas de preocupación en ella a las 12, no, yo no podía ir con ese pañuelo lleno de droguitas para dormir, ni con el cuchillo, ni con el bolso lleno de bolsitas negras. Yo no pude haber sido quien tuvo relaciones con ella mientras gritaba gozosa y yo le enterraba el cuchillo. No. Nosotros solo peleamos una vez en la Universidad y era por una pendejadita, por una foto boba. No, no, definitivamente ese no soy yo. Entonces cogí el cuchillo que había puesto sobre la mesa y traté de matar al asesino de Jess como había prometido, pero no lo podía sacar del espejo. No le hacía nada. Entonces tomé mi brazo y lo corte, desde el codo hasta la muñeca y vi la sangre y vi que se moría y junto a él me moría yo, como había prometido y un ruido blanco entró en mi cabeza y me sentí feliz porque había vengado su muerte. Te vengué, querida Jess, fue lo último que oí decirle al asesino. Y le respondí: no más que yo, hijueputa.

Citas de "El amor en los tiempos del cólera" - Gabo

1. "Ella había ido descubriendo poco a poco la incertidumbre de los pasos de su marido, sus trastornos de humor, las fisuras de su memoria, su costumbre reciente de sollozar dormido, pero no los identificó como los signos inequívocos del óxido final, sino como una vuelta feliz a la infancia. Por eso no lo trataba como a un anciano difícil sino como a un niño senil, y aquel engaño fue providencial para ambos porque los puso a salvo de la compasión."

2. "Por pura experiencia, aunque sin fundamento científico, el doctor Juvenal Urbino sabía que la mayoría de las enfermedades mortales tenían olor propio, pero ninguno era tan específico como el de la vejez."

3. "Su primera reacción fue de esperanza porque tenía los ojos abiertos y un brillo de luz radiante que no le había visto nunca en las pupilas. Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para que él no se fuera sin saber cuánto lo había querido por encima de las dudas de ambos, y sintió un apremio irresistible de empezar la vida con él otra vez desde el principio para decirse todo lo que se les quedó sin decir, y volver a hacer bien cualquier cosa que hubieran hecho mal en el pasado. Pero tuvo que rendirse ante la intransigencia de la muerte."

4. "Le parecía tan bella, tan seductora, tan distante de la gente común, que no entendía por qué nadie se transtornaba como él con las castañuelas de sus tacones en los adoquines de la calle, ni se le desordenaba el corazón con el aire de los suspiros de sus volantes, ni se volvía loco de amor todo el mundo con los vientos de su trenza, el vuelo de sus manos, el oro de su risa."

5. "Era todavía demasiado joven para saber que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y que gracias a ese artificio logramos sobrellevar el pasado."

6. "Florentino Ariza no sintió celos ni rabia, sino un gran desprecio de sí mismo. Se sintió pbre, feo, inferior, y no sólo indigno de ella sino de cualquier otra mujer sobre la tierra."

7. "El mundo está dividido en los que tiran y los que no tiran". Desconfiaba de estos últimos: cuando se salían del carril, era para ellos algo tan insólito, que alardeaban del amor como si acabaran de inventarlo. Los que lo hacían a menudo, en cambio, vivían sólo para eso. Se sentían tan bien que se portaban como sepulcros sellados, porque sabían que de la discreción dependía su vida. No hablablan jamás de sus proezas, no se confiaban a nadie, se hacían los distraídos hasta el punto de que ganaban fama de impotentes, de frígidos, y sobre todo de maricas tímidos, como era el caso de Florentino Ariza. Pero se complacían con el equívoco, porque también el equívoco los protegía. Eran una logia hermética, cuyos socios se reconocían entre sí en el mundo enterio, sin necesidad de un idioma común."

8. "En la plenitud de las relaciones, Florentino Ariza se había preguntado cuál de los dos estados sería el amor, el de la cama turbulenta o el de las tardes apacibles de los domingos, y Sara Noriega lo tranquilizó con el argumento sencillo de que todo lo que hicieran desnudos era amor. Dijo: "Amor del alma de la cintura para arriba y amor del cuerpo de la cintura para abajo."

9. "-Voy a cumplir cien años, y he visto cambiar todo, hasta la posición de los astros en el universo, per todavía no he visto cambiar nada en este país -decía-. Aquí se hacen nuevas constituciones, nuevas leyes, nuevas guerras cada tres meses, pero seguimos en la Colonia"

10. "Al despertar en su primera mañana de viuda, se había dado vuelta en la cama, todavía sin abrir los ojos, en busca de una posición más cómoda para seguir durmiendo, y fue en ese momento cuando él murió para ella. Pues sólo entonces tomó consciencia de que él había pasado la noche por primera vez fuera de casa"

11. "La persistencia de su recuerdo le aumentaba la rabia. Cuando despertó pensando en él, al día siguiente del entierro, logró quitárselo de la memoria con un simple gesto de la voluntad. Pero la rabia volvía siempre, y muy pronto se dio cuenta de que el deseo de olvidarlo era el más fuerte estímulo para recordarlo"

Hoy te recordé antes de dormir...

Me siento microscópico ante tu
presencia
y el aroma de tu cabello
me arruga el corazón.
No comprendo cómo puede
el mundo haber parido
ser como tú.
Constantemente estoy perdido
en una maraña de
ensoñaciones
que provoca el mirarte
directo a tus ojos.
Siempre me pregunto qué será
de mí
sin ti.

La mayor desgracia llega
cuando detrás de ti,
arrastras,
como el Magdalena,
mi cuerpo,
junto a todo interés
por lo demás,
y yo,
feliz,
me dejo arrastrar,
porque
confío que al final,
tus brazos abiertos
sean un buen puerto
al que llegar.

Eres:
eres el balazo que deja todo
negro.
eres la luz de ese final del tunel.
eres vida y eres muerte.
Eres y serás los suspiros de mi
vida y el afán de un
futuro junto
a ti.

Y también eres infelicidad.

Carrera

La causa de mi tristeza es la constante búsqueda por el pitido que de inicio a la carrera, como sino supiera que ya inició. Me engaño, porque en el fondo soy consciente de que me han dejado atrás y sin embargo no trato de alcanzarlos. Supongo -erróneamente- que habrá un segundo llamamiento solo para mí y desgasto mis ojos buscando un faro, pero los corredores siguen adelante y yo aún espero en la línea de salida. Siento mucho frío al pensar que pronto terminará y yo estaré aquí esperando el balazo que de inicio... Pero peor aún sería que el balazo llegara y yo no tenga fuerzas para arrancar mientras observo a los demás llegando a la meta y la carrera llegue a su fin.

Soles

El sol da vueltas a mis espaldas
mientras la vida
se consume en la
pantalla y el remordimiento
se hace fuerte
escondido tras su
velo, esperando destaparse
para dar la punzada
final.
Observa, tierra, somos los
consumidos... Somos los
que únicamente
ven la sombra
en la pared
de nuestra
gran caverna.

Pregunta

¿Es normal sentir que cuando leo las palabras pasan sin tocar mi cuerpo, sin moverme, sin despeinarme? Sigo sin conocer las palabras que me estremezcan, como aquel mazo helado que mencionaba Kafka.

Espinas

En un segundo mi corazón se arruga,
producto de una impotencia
que arrastra tras de sí
todos mis dolores.
Un segundo bastó para casi
llorar.
¡Maldita espina!
Me atraganto con un dolor que
quiere salir... Un ojo se humedece.
No más.

Abulia

Hay una telaraña que no me deja mover,
soy una mosca en aquella cosa
y mis pensamientos son imposibles:
solo quiero huir.
Pero no, he sido atrapado por la abulia,
no puedo luchar más...
sólo queda esperar.
¿En qué momento me atrapaste?
¿Cuándo se extinguió el fuego?
¿Alguna vez volverá?

Un pensamiento que se fue...

Miro al horizonte y encuentro un campo lleno de sangre. Hay cuerpos lamentándose por doquier. Algunos levantan sus manos solicitando ayuda pero los ignoro. Miro atrás y no hay nadie conmigo. Solo muerte.

Samy

Negra y enana,
con la lengua afuera,
Miras el mundo en pura
inocencia,
resistes toda crueldad.
Olvidas tanto como amas,
ese es el secreto
de tu
felicidad.

En ti puedo expresar todo
como si fueses papel.
Odias el bochorno tanto
como yo.
El mundo dio muchas vueltas
en tu presencia,
miro las fotos del ayer
y floreciste cual
flor negra.

Tu lengua está afuera mientras
te veo,
gritas y gritas
en tu rugido infantil,
te escapas de mi vista para
luego, a mi llamado,
volver.

Eres nuestra, Samy, siempre
lo serás,
recibe nuestro cariño,
sé el lazo que una,
sé la vida
que
pronto
nos
faltará.

Te amamos, todos.
Te amamos como
solo se puede amar
a un
animal.

Lloraré

y lloraré, cuando al abrir la
puerta
lo único que encuentre
sea tu recuerdo.
Las siluetas de un cuerpo,
las formas indiferentes...
Lloraré cuando mencionen tu
nombre,
cuando hagas falta en mi
monotonía,
cuando despierte mirando al techo
y no
estés.
Alegría nunca más.
el mundo se teñirá de
negro y los caminos
por donde transite
todos me recordarán
a ti
y por eso
lloraré y
lloraré.
Hasta morir.

Cabaret costeño - Rumba

Sales bien hijueputa con tu camiseta
de Metallica de dia,
te emputas y hablas
verga del reggeatón.

Llega la noche y la leita que te gusta dice:
"vamos a rumbear"
te quitas la camisa -y el orgullo
te miras al espejo
"será la última"

Entras tarde, coges tu manillita
de papel: "estuve aquí!" -grita,
mientras pagas 10 lucas que extrañarás
mañana.
Te golpea el Marlboro,
a veces el ron de palito.
ves a las viejas emperifolladas:
miras nalgas
miras tetas.
una que otro rostro.
no hay poesía en esa mierda
(¿o sí?)

Bailemos
y te paras con tu dignidad,
restriegas lo poco que te
dio la vida: te erectas,
te controlas... ¡Qué hijueputa limbo!

Al final te dices
que circule el trago, marica
que circule porque me mato.

Cabaret costeño - MONDÁ

La poesía del costeño transpira,
huele a arena, a playita.
-cule de calor, dice el poema.
- la mondá, dice el poeta.

un poema costeño es pasar
por Bazurto en una buseta
de Bosque llena,
aguantar la respiración
y fallar.

no hay poesía más real que la del costeño:
es la única que transpira,
Es la única con la sonoridad de la palabra
MONDÁ.

Ayer mientras te miraba II

Ayer mientras te miraba escribí unos versos
en un papel roto:

"... nos une solamente el aire que respiramos;
del resto somos
dos cuerpos
celestes
distantes
a punto
de
desaparecer."

Ayer mientras te miraba I

Ayer mientras te miraba escribí unos versos
en un papel roto:

"Flor del jardín de al lado
que junto a sus pétalos
caídos
arrastran tristeza

Sólo soy capaz de ver
la sombra de aquella
flor. Sombra imposible
de atrapar
Sombra efímera,
rescoldo de la sombra
de una ya muerta estrella
fugaz"

9:30 p.m.

Ilusionado le muestras
tu alma,
te despojas de tu cuerpo
y ella no responde.
devuelve lo que te he
dado...
... nunca lo has recibido.

Venta

Le he vendido mi alma al diablo
y ahora
sólo puedo agradecer.
Mi boca es impotente,
Al final no pude huir por
siempre.
Resignación -mira los nuevos
cielos.

Días antes de la venta de mi alma

Reniego constantemente de la ayuda,
de los favores,
reniego por sentir que no merezco
nada.
La vida se encarga de darme más
y siento rabia
mientras me ofrecen buenos
deseos,
amor sin miramientos.
Me reniego a ser amado.
No lo merezco.

0000000000000

Es como si cuando te
mirase
o
escuchace
todo lo demás se viera
reducido
a
cero.
Un cero absoluto dentro
del cual estamos yo y tú.
Burro y Reina.

Las paredes de ese cero son
lo único que
importa.
Mi espacio vital...
nuestra espiral en bajada-
vacío infinito.

Al menos eso es lo que me gusta pensar.

El mundo tiene formas extrañas de actuar.

El mundo tiene formas extrañas de actuar.
Anteriormente había dicho que la vida tiende a darme la espalda y hoy, de manera jodidamente extraña e inmerecida, resulta mostrarse bondadosa. Claramente no es la vida en sí la que se muestra de esa manera sino las gentes que la viven. Las voces de aliento, de ayuda, las manos estiradas ofreciendo pan -manos algunas que nunca hubiese esperado ver- están ahí. 
El mundo tiene formas extrañas de actuar.
Lo curioso de todo esto es que me molesta, sigo siendo incapaz de sentirme merecedor de tanto afecto, no sé el porqué de ese comportamiento, pero siempre está ahí, y hoy, entre todos los días ha salido más que nunca a la luz. Es increíble lo bondadosa que puede llegar a ser la vida, aún conmigo, que nada merezco y también es increíble lo que puede llegar a ser la gente... ¿Por qué no puedo ser como ellos? Creo que tendré que tratar de hacerlo, sin duda... Mi alma en estos momentos, independientemente de lo que se avecine y de la definición de estos extraños acontecimientos, está en deuda total con todas aquéllas y aquéllos que extendieron su ser para ayudarme a mí. El único problema y lo que me da más miedo es no saber agradecer, sentirme imposibilitado para mostrarles lo verdaderamente agradecido que estoy con ellos. Tengo miedo de no poder retribuirles de la misma manera. 
Definitivamente eso es lo que me da más miedo. Tengo miedo de no ser la persona que ellos y ellas merecen que yo sea.
El mundo tiene formas extrañas de actuar.

Las mujeres que me interesan...

Tengo cierto interés en la
mujer
que me escucha mientras mira
mis ojos.
Un alma compasiva que es recipiente
de mis
debilidades y dolores
y en cuyo silencio cómplice
encuentro alivio a mis
padecimientos,
que no son más que simple
cotidianidad.

Mal día V - FINAL

no sé el porqué de mi
rabia,
es un simple no sé,
siento rabia cuando me levanto
y cuando me acuesto,
siento cuando miro al techo,
cuando respiro en la almohada.
está en todos lados,
aparece cuando se le viene en gana
pero siempre está allí,
a mí espalda,
esperando su llamado:
Andrés.

quisiera dejar de sentirla
quisiera ser lo que sé
que debo.
pero no.
rabia siempre habrá,
hasta que llegue ese día
gris.

Mal día IV

¡Envidia grita mi corazón!
incorrecto, grita mi alma.
ser débil, mirarse al espejo
y encontrar un rostro
hipócrita.

mis luchas todas son conmigo,
el mundo me es indiferente,
lo sé,
en el fondo.

sentir que toda sonrisa es un
cristal roto,
mirar a los ojos sin realmente
hacerlo,
pensar antes de actuar.

saber tus defectos y luchar
poco por arreglarlos,
sentir lo insentible.
mastica la mierda que lanzas.
mastica
mastica
mastica.
ni tu mismo te comes tu propia mierda.

Mal día III

La vida se me presenta como una parodia
de la que yo soy el triste protagonista
y de la que otros ríen.
Risas indiferentes, como la mía cuando no
soy yo
el protagonista.

Qué es esta carcajada
injusta,
indiferente,
molesta,
me pregunto cuándo la vida dejará de
darme su sucia espalda,
cuándo dejará de mostrarme sus nalgas.
¡qué desagradable es estar al borde
y saberse incapaz de saltar!

Poca dicha encuentro ya en lo cotidiano,
sin embargo,
saltar no es una opción...

Mal día II

Me siento como una pequeña mierda
bajo la lluvia,
recibiendo balazos líquidos
una y otra
vez.
desmoronándome poco a
poco,
dejándome llevar por el agua.
estancado en un charco,
mientras mis pedazos
de mierda se vuelven trizas.

Pronto saldrá el sol y la lluvia
cesará,
pronto no seré más mierda:
sólo polvo...
polvo agarrado de un zapato.
polvo levantado por el aire.
polvo exhalado de mis pulmones.

Mal día I

Estoy cansado de oír voces
que gritan mi nombre.
Sé que es muy injusto,
pero necesito un descanso.
Espero simplemente la próxima
salida
en la que el silencio me cobije
en la que la única voz que escuche
sea la mía.

Algunas veces terminamos siendo injustos
en nuestra búsqueda por bienestar...
Quiero mi pequeña isla de
silencio.

Las tardes de mi vida

Todas las tardes
de toda mi estúpida vida
han estado llenas de ella.

Arrastrando dolores que no son
sólo suyos, con el peso de los años
a su espalda,
llenando un poco mi ser sin que cuenta
me de,
dando por sentado su existencia infinita:
cruel mentira...

Qué será de mí cuando la tarde
sea noche
Qué será de mí cuando mi estúpida vida
siga estando llena toda de ella,
menos de su presencia.

Hay algo especial en ese cielo
que prometen,
cielo que desearía fuese cierto para
que un día podamos volver.
Volver a todas las tardes.

Abuela

Gracias

Lo que no puedo decir con mi boca
es fácilmente víctima del papel
que me acompaña.
Las letras se suicidan una a una,
saltando del borde de mis labios y
estampillándose,
según el orden de caída,
hacía un piso  multicolor
-más que todo blanco o amarillo-
que las espera frío e impávido para recibir
su sangre negra
que circula libremente sobre las grietas
que son fiel reflejo de mi corazón.

Sobre la Caverna de J.S

Míranos viviendo en la Caverna
Míranos viviendo en la ilusión
Pobres de nosotros que no vemos el camino
El sol que tú y yo miran ni siquiera es Sol.

Otro de noche...

Dime quién eres y qué quieres. No lo sabes, mirarte al espejo, mirar lo que está más allá de la carne es difícil, pero siempre es necesario, no se puede vivir bien si te alimentas de mentiras propias. ¿Realmente importa algo? ¿Acaso decepcionar a los demás es más importante que decepcionarte a ti mismo? ¿En qué momento dejas de vivir para ti y vives para los demás, preguntándote si ésto o aquéllo está mal? No importa, nada importa, sólo debes tratar de seguir, buscar en tu interior y algún día podrás llegar a la respuesta sobre todo el mal que te aqueja.

Desearía simplemente tener claro todo en mi cabeza, poder tener una pizarra donde enumerar mis virtudes y defectos, encontrar las palabras que los definan y que sean suficientes. Me pregunto si alguien más sentirá como yo. Quisiera poder ser sincero conmigo mismo, tanto para el interior como para el exterior. Siento que vivo en una fachada y me confundo, porque no sé quién soy, soy o no soy, no lo sé, siempre no lo sé. Lo cierto es que dentro de mí la línea entre lo verdadero y lo falso cada vez se difumina más. En algún momento perdí mi esencia, en algún momento me perdí a mí, dejé de ser yo para convertirme en otro, pero quién es ese otro y quién era el anterior. No lo sé, como siempre.

Busco, trato de pensar y no llega ninguna respuesta. Soy una promesa por cumplir, un proyecto inacabado, el germen de algo que no sé qué es. Definitivamente algo soy, simplemente he perdido mi propio rastro, me he encargado de borrar mis huellas mientras avanzo y ahora me encuentro buscando la manera de recuperarlas, pero el camino ya ha sido recorrido y sólo va hacia adelante. Ahora sólo queda mirar con nostalgia lo que fue. Ese "fue" que únicamente puedo predicar del exterior, de los demás y no de mí, porque no recuerdo lo que soy. Quizás algún día pueda descubrirlo, quizás lo que soy ahora termine eclipsando lo que pienso que fui, quizás el teatro se vuelva real, quizás nunca fue teatro, quizás yo soy yo, quizás, quizás. Por ahora todo es incertidumbre, y como toda incertidumbre quema.

Definitivamente pensar es un suicidio, Brando.

Miedo

Tengo miedo al mañana que se avecina
con prisa tras la ventana,
nada piadoso y que no ofrece protección,
que me aleja del seno que me da sustento,
que me despoja de lo lindo y lo bello.
Mañana lluvioso, gotas que calan hasta el hueso,
frío eterno.
Pronto será mañana, pronto tendré más miedo.
Dejaré de ser yo y caeré,
Caeré al abismo profundo llamado realidad.

7:02 p.m

Soy un recipiente vacío
que constantemente busca con qué rellenarse.
Busco en las aguas turbias de la vida
en la tranquilidad del mañana,
en la soledad de las calles,
en la pobreza de mi intelecto.
Estoy vacío, necesito llenarme.

Luz

Qué es aquella luz llamativa,
autodestructiva,
que me grita de día y me susurra,
en las noches.
Sed de viento constante en mi cara,
de palabras vacías, de compañía.
Sed de amor, sed de sudor, de piel,
de colores.
Qué será aquella luz llamativa,
autodestructiva,
qué será aquello que quiero.
No lo sé.
Tengo mucha sed, destrúyeme luz.

2:20A.M

Un embrujo que transforma la carne en agua
piel que abre y cierra durante la noche, besos amargos-
mujer de fuego.
Frágil sentido desvanecido, que cae durante las sombras
acompañado de palabras que sofocan mientras que el tiempo
se escapa en tu mirada.
¿Qué será de mí teniéndote siempre?
¿Qué será de los hombres que desfallecen ante ti?

Este escrito no está llevando a nada...

Con la llegada de este nuevo año aparece, como se ha venido presentando desde que estoy en la Universidad, el fantasma del miedo al futuro. Tiene un modo de actuar bastante repetitivo, a decir verdad, siempre aparece después de estar todo el día haciendo nada. Es particularmente activo en las noches, cuando luego de pasar horas y horas viendo series o jugando, me doy cuenta de que es enero, enero del 2019 y que estoy cada vez más y más cerca del final. El precipicio. La cuenta regresiva sobre mi entrada al mundo al que le tengo miedo inició cuando estaba en 5to semestre, sin embargo, a medida que ha avanzado el tiempo se pone peor. ¿Por qué? Pues no lo sé, pero puede tener que ver con mi crianza. El hecho de que en mi vida nunca haya habido un contacto real con el mundo que estoy a punto de enfrentarme hace que sea mucho más difícil digerir el hecho de que ya no soy un niño, de que mis tardes pronto no serán las mismas y de que mis amigos, al igual que yo, se verán sumergidos en esto. Todo cambiará, pero en este caso no creo que para bien. Hay algo incómodo en la idea de crecer, una parte de ti muere y no vuelve más y el principal problema es que en mi caso ya he marcado un límite para ese suicidio. Desde el momento en que finalice este año académico dejaré de ser lo que soy ahora, entraré en el mundo real y duele. No lo quiero, pero sé que tengo que afrontarlo.

¿Desde dónde inicio el cambio? ¿Qué debo cambiar?  El cambio debería ser iniciado desde ahora, pero el qué debo cambiar no lo sé. Tal vez lo mejor es afrontar la idea, prepararme para lo que se viene... Conseguir tener seguridad en mí mismo. El conseguir eso depende totalmente de mí, pero estoy atado a muchas cadenas, cadenas que a decir verdad tienen todos, pero que algunos no les interesa romper. Supongo que lo primero debería ser soltarme de esas cadenas, luego iniciar con ese cambio que quiero, poco a poco... 

Este escrito no está llevando a nada...

La infelicidad en la sociedad de la felicidad

La cuestión de la felicidad es algo que me llama bastante la atención. El hecho de ser felices se vuelve una de las grandes finalidades de muchas vidas y más en estos tiempos, en la que la misma es vendida como la única cosa que en realidad nos debería importar. ¿Por qué somos infelices? He estado pensando en esto y hace tiempo tenía ganas de plasmarlo pero simplemente no lo había hecho, pero ahora, luego de ver dos películas, a las dos de la mañana, creo que es ideal plantear la idea.

     Lo primero que sucede, a mi parecer, es que vivimos en una sociedad de felicidades aparentes y fabricadas. Aparentes aquellas que son expresadas por personas de a píe; fabricadas las que nos venden los medios. Creo que este es el primer germen de infelicidad. La razón es simple: cómo podríamos ser felices cuando allá afuera nos muestran toda esa felicidad que hace ver la nuestra como una vida insulsa, aburrida y triste. Puede que esto sea visto como una simple muestra de envidia y tal vez sea así, pero independientemente de que la envidia sea la causante de la infelicidad, detrás de la envidia están las felicidades de los demás, que posiblemente son igual de infelices que tú pero que no lo muestran. Lo veo bastante en redes sociales. Vas bajando por tu inicio,ves historias, etc. Y sólo puedes ver sonrisas, viajes, paisajes... Gente siendo felices mientras que tú estás sentado detrás de la pantalla, viviendo cero experiencias, sintiendo como si te faltara algo, pensando en cómo se te va la juventud sin vivir al extremo, como ellos. Pocas veces, sin embargo, hacemos el simple ejercicio de pensar en que ellos, al igual que nosotros, también se han podido sentir igual. Esto llevaría a una conclusión, y es que todos son infelices... Una conclusión que me parece idiota, porque no creo que todos lo sean, pero mis palabras llevan a eso. Es extraño cómo funciona el cerebro.

     ¿Y si tal vez no tienen máscaras? Bueno, eso también sería una opción. Podría jurar que en algunas fotos que me he tomado estoy feliz, al igual que mis amigos. Eso querría decir que... Pero bueno, cuánto de todo lo que vemos es en realidad felicidad. No sabría decirlo, y creo que estoy llegando a un callejón sin salida, al menos en  lo que tiene que ver con la felicidad aparente.

     Por otro lado, la felicidad fabricada, la cual creo que es más peligrosa nos hace creer siempre que nos falta algo... ¿Nos hace creer que somos infelices? Esto sería una revelación para mí, que bien que he decidido escribir hoy. Pero viéndolo bien es así, esta felicidad fabricada nos pone en el plano del deseo, no susurra al oído que necesitamos rellenar nuestra vida de ciertos estereotipos para lograr la felicidad. Vivir al extremo, obtener este o aquél bien, tener relaciones, besar, enamorarse... ¡VIVIR! Todo eso nos muestran, y nosotros caemos redondos, consumimos, vivimos buscando eso, por lo tanto no podemos ver nuestra propia felicidad o bueno, no felicidad, pero al menos evitar la persecución eterna de ideas que muy posiblemente ni siquiera son propias.

     Cuál puede ser la solución o al menos mi solución. Simple: alejarnos.
El entorno en el que vivimos nos da estímulos constantemente, nos venden sueños, sueños que a su vez prometen felicidad y que provocan infelicidad al no alcanzarlos, y que posiblemente alcanzándolos tampoco nos llevarán a nada porque nos seguirán vendiendo muchas más cosas. Por lo tanto, una decisión al alcance de la mano podría ser esa, alejarnos. ¿De qué? Pues del entorno donde más se nos venden estas ideas: redes sociales. Es por esa razón que hoy decidí cerrar Facebook e Instagram.

     Luego de alejados, ¿qué? Ni idea, supongo que el paso lógico sería encontrar algo propio que perseguir, algo alcanzable, posible... Aunque esto sería peligroso porque caeríamos en el mismo ciclo. Esto querría decir entonces que la solución es vivir el presente, algo muy carpe diem, cosa que no me gusta, pero que aparentemente es la conclusión más sensata. Entonces, cómo hago, cómo ponerme de acuerdo conmigo mismo, yo, que soy una persona que vive más en el pensamiento futuro que en el presente, cómo lograr conciliar eso con una conclusión que me invita a estar en el presente. No lo sé. Tal vez... Haciendo de cada día una meta. Un mini-sueño. Algo totalmente alcanzable, corto, que permita descargar felicidad y que en caso de incumplirse despierte tan poca insatisfacción que sea fácilmente opacable por otro acontecer, Creo que esto es una buena solución, definitivamente.